Friday, February 12, 2010

Y el tiempo se congela

Casi llegados al 14 de Febrero, tocaba escribir algo romantico. La pregunta es, que? Algo romantico... como puede alguien que nunca ha estado enamorado escribir algo romantico?

La respuesta es: no puede.

El silencio de la calle, roto a veces por alguna bocina desorientada, se desvanece a nuestro paso. El eco de nuestra conversacion se mezcla lentamente con la suave brisa de las noches de principios de Mayo, en la que ya se empieza a sentir el aroma del verano. Caminamos sin pensar, sin decidir, disfrutando del extraño placer de conocer a alguien nuevo que vale la pena, compartiendo secretos que no diriamos durante el dia. La luz de las farolas adorna nuestro eden particular; un eden de edificios, aceras y ventanas vacias que, lejos de empalidecer la noche, parecer brillar por si mismas.

No hace frio, pero tiemblo. Sonrio y digo, “Ojala hubiera cogido una sudadera o algo...”, incapaz de admitir que no es ese el motivo. No, eso nunca, o al menos no por ahora. Llegamos a tu portal, y el silencio de la noche nos envuelve de nuevo. Tanto que decir y tan poco tiempo. Deseo que esta noche dure para siempre, que no tenga que acabar...

Y el tiempo se congela. Nuestras miradas se cruzan por una decima de segundo, y luego se separan. Sonrio, sonries. Una bocina, perdida en la distancia, nos devuelve a la realidad. Y de repente...

la noche acaba, tienes que irte. Adios. Adios.
No hay estrellas en el cielo de Pamplona.

3 comments:

  1. El día que te enamores, harás temblar a Bécquer y a Neruda, bobo ¬¬

    Y yo me quedo con el penúltimo párrafo. Deberíamos tener uno de esos instantes tan mágicos todos los días.

    Y venga, ya estás tardando demasiado en publicar otra cosa, ¡que me muero de ganas de leer máaas! :)

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  2. Gratzie Vicky! Ya sabes, la noche me confunde jaja...
    Tranquila, bequer y Neruda pueden respirar tranquilos, con amigas como tu no necesito enamorarme ;)

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