Monday, January 23, 2012

Moonriver

Tal vez estoy desperdiciando esta preciosa canción como título de una entrada tan falta de contenido como de proyecto. Sólo quiero dejar constancia de este momento, escuchando, pensando y dejándome llevar en sueños. Recordando esos momentos en los que el cielo de Pamplona se llenaba de estrellas, por un momento... a dónde quiera que vayas, iré contigo. ¡Hay tanto mundo por ver! Y ahora pasamos a Edith Piaf con "La vie en rose". Debo de haber apretado el botón de autodestrucción. El semáforo está en rojo. ¿Puedo esperar?

Vaya tontería. Quedó claro hace tiempo que la primavera no dura para siempre, y ahora, escuchando "Je l'aime a mourir", de un inigualable Frances Cabrel, me imagino todos los posibles finales de la historia. ¿Sirve de algo? Por supuesto que no, la historia terminó con la última página del libro, y no tiene sentido alargar un prólogo invisible. Demasiadas líneas sin sentido, escondidas en la noche y en el tiempo, para nunca ser encontradas. Pero nunca quise eso, claro que no, aunque tampoco sabría decir qué quise exactamente. La vida es una ruleta en la que jugamos todos. Tengo que irme. Adiós. Adiós.

3 comments:

  1. La vida es una ruleta, somos una rueda. Despedida a lo Werther. Lindísimo.

    ReplyDelete
  2. Te comes mas la cabeza por cualquier chorrada...

    ReplyDelete
  3. Efectivamente, una rueda... el final es prestado de algo que escribí hace muchísimo tiempo.
    Anonymous, ¿quién eres?

    ReplyDelete